
El síndrome del impostor afecta a muchas personas exitosas, deportistas, emprendedores y empresarios. ¿Conoce usted este síndrome o si lo padece? Entonces siga leyendo.
¿Qué es el síndrome del impostor?
¿Alguna vez ha pensado que no es tan capaz, tan inteligente o habilidoso como otros piensan o como usted había creído? ¿Ha sentido que sus logros no son tan merecidos o rechaza los elogios recibidos por no sentir que los merece?
El término síndrome del impostor se utiliza para referirse a un estado mental o una serie de emociones internas que provoca que una persona no reconozca su éxito o sus capacidades, sino que se considera como un “fraude”, como alguien que será descubierto y tachado de incapaz.
Uno de los primeros estudios sobre este síndrome lo realizaron las investigadoras Pauline Rose y Suzanne Imes de las Universidades de Georgia y University Plaza. Al inicio se pensaba que el síndrome afectaba más a las mujeres; sin embargo, se ha visto que afecta de forma similar a hombres y a mujeres.
El síndrome del impostor se parece al sentimiento de inseguridad, pero está más relacionada con personas exitosas. Los estudios han demostrado que sin importar los grados académicos obtenidos, los honores recibidos, los logros alcanzados, un alto rendimiento laboral y personal, así como el reconocimiento público por parte de colegas o autoridades, muchas personas no experimentan un sentimiento interno de éxito.
Por el contrario, son personas que se consideran como impostoras, y mantienen un fuerte pensamiento de que no son inteligentes, tratan de minimizar sus logros, atribuyen sus logros a circunstancias temporales o excepcionales, o que simplemente tuvieron suerte.
Las personas se sienten inadecuadas, incompetente, sin capacidad, talento o inteligencia a pesar de que los hechos demuestran lo contrario y sienten que no son capaces de lograr cosas, o bien que han engañado a otros.
¿Cuáles son las causas?
Los estudios han identificado 2 causas principales que originan este síndrome
- La familia: en algunas familias se etiqueta a un hijo como “inteligente” y a otro no. Esta percepción no cambia con el tiempo, por lo que el hijo que no fue etiquetado como inteligente encuentra difícil justificar sus logros, aún cuando obtenga mejores resultados que su hermano “inteligente”.
- Mensajes familiares de superioridad: otras familias pueden dar a sus hijos mensajes de apoyo donde refuerzan el concepto de que son superiores en todo aspecto: más inteligentes, más talentosos, más atractivos y con mejor personalidad que los demás.Hacen ver a los niños que debido a esta superioridad, pueden alcanzar todo lo que se propongan. Sin embargo, conforme el niño se encuentra con tareas retadoras o difíciles, empiezan a dudar del mensaje de sus padres y a creer que en realidad no son tan brillantes o superiores como decían sus padres, sino sólo una persona promedio.
El Síndrome del impostor y los emprendedores
El síndrome del impostor puede afectar el éxito de los emprendedores y ser un elemento que puede condicionar un emprendimiento. Muchas veces este sentimiento puede frenarnos y evitar que tomemos las acciones necesarias para lograr los objetivos.
Tiene influencia negativa principalmente en 2 etapas: antes de iniciar un emprendimiento, y al empezar a observar resultados positivos.
Antes de iniciar un emprendimiento
Un emprendedor puede tener una muy buena idea y una gran oportunidad de mercado. Sin embargo, el síndrome del impostor puede llevarlo a creer que no es capaz de lograr el éxito y frena cualquier intención de emprender a pesar de que la idea sea buena.
Algunos pensamientos que surgen en esta etapa pueden ser:
- Yo no soy un experto, hay personas que saben más sobre este tema.
- ¿Y si mi trabajo o producto no es bueno, o no le gusta al cliente?
- ¿Qué pensarán de mí mis amigos y familiares?
- No soy capaz, no estoy preparado.
Al trabajar en el emprendimiento
Conforme el negocio empieza a obtener buenos resultados, el síndrome del impostor aparece. Se puede manifestar en afirmaciones como:
- El éxito alcanzado no es la gran cosa
- En realidad lo que hago no es tan importante
- Todavía no he logrado nada
- Seguro he tenido algo de suerte
- No soy un experto, hay personas que saben más que yo sobre este tema
- ¿Quién soy yo para estar haciendo esto?
- ¿Y si de un pronto a otro todo empieza a salir mal?
- No soy tan bueno como mi competencia.
- Seguro este cliente descubrirá que mi trabajo o producto no es del todo bueno
Tal vez usted sufre o ha sufrido del síndrome del impostor. Si reconoce haber pensado o dicho alguna de las frases anteriores es importante que recapacite y analice cómo estos pensamientos lo han podido afectar en el desarrollo de sus proyectos, sus negocios, su trabajo y en general en todos los ámbitos de su vida.
¿Cómo vencer el Síndrome del impostor?
Un emprendedor no puede dejar que el síndrome del impostor lo paralice o lo haga desistir de sus sueños. Para ello a continuación encontrará algunas recomendaciones para que evitar esta situación.
Aleje las dudas y decídase a actuar: Lo peor que puede hacer es no decidirse a actuar. El miedo es la reacción más natural ante la incertidumbre.
Sea consciente de sus pensamientos y evite dar cabida a la negatividad o a no darse valor:Piense en positivo, en todo lo que ha logrado en su vida y en lo que podría alcanzar con su nuevo proyecto.
No rechace, ignore o minimice los cumplidos que reciba: Acepte con naturalidad los halagos y cumplidos que otras personas le ofrecen. Los cumplidos aumentarán su confianza y le dará más seguridad de que hace bien su trabajo. Reflexione en la razón por la cual le están dando un cumplido y no lo responda de forma negativa.
Un cumplido es una oportunidad de reforzar un rasgo o un comportamiento positivo: los cumplidos son una forma de descubrir cómo nos ven los otros y dejar de lado cualquier pensamiento negativo que uno tenga de sí mismo.
Acepte que no lo sabe todo: En la vida siempre habrá alguien que conoce más que usted o tiene más experiencia. Recuerde el famoso dicho de Platón
Sea humilde en reconocer que hay mucho más por aprender y que siempre habrá otra persona que sepa más que uno. En la medida que usted acepte eso tendrá paz mental y además debería verlo como una situación que lo motive a mejorar y superarse. Vea el siguiente consejo.
Aprenda algo nuevo todos los días: trate de aprender algo nuevo todos los días. La sabiduría está en todas partes, no es necesario ir a la universidad para convertirse en un experto, en el mejor. Aproveche Internet, hoy en día usted puede aprender acerca de cualquier cosa sin salir de su casa. entre las opciones disponibles parra aprender en línea están Youtube, las charlas TED, Coursera, iTunesU, entre otros. Todo lo que aprendemos es útil en nuestra vida.
Aléjese de personas negativas: Evite las personas que critican todo, o que menosprecian tu trabajo o tus logros.
Este dicho es una versión alternativa al también conocido:
Si se rodea de personas positivas, será una persona positiva. Si se rodea de personas negativas, se convertirá en una persona negativa. Busque a otros emprendedores y personas de éxito, converse con ellos, aprenda de sus experiencias, comparta historias y verá como empieza a cambiar en su forma de pensar. También puede leer libros de otros emprendedores.
Recuerde los esfuerzos que ha hecho: Los logros no se han alcanzado sin hacer algo. En lugar de concentrarse en lo negativo, analice con objetividad la manera en que ha alcanzado sus logros. Él éxito se alcanza gracias al trabajo, la constancia y la disciplina, nunca es resultado del azar. No se obsesione con las veces en que haya fallado, sino recuerde las veces en que ha sido exitoso.
Hable con otros: Pregunte a sus amigos o colegas si se han sentido así alguna vez, verá que no es el único. Converse con ellos para conocer cómo han superado estos pensamientos.
Aprenda a manejar las dificultades y sus errores. Confíe en su capacidad y en su buen juicio. No deje que “una voz interna” acalle sus sueños a través de miedos sin fundamentos. Aprenda a valorarse y a reconocer su potencial.
Si quiere emprender y tiene una buena idea, hágalo. No hay nada peor que pasar el resto de su vida preguntándose “¿Qué hubiera sucedido si en vez de tener miedo, hubiera intentado…..”
Saludos!
Javier Sánchez
Consejero Web.